Perros, gatos, tortugas, peces... son algunas
de las mascotas más queridas por los niños. Pero algunos padres creen que
tener un animal en casa puede producir infecciones y alergias en los más
pequeños. Diferentes estudios niegan ese mito y aseguran que convivir con
animales de compañía garantiza una mejor salud y mayor estabilidad en el
niño.
¿Quién no ha pedido una mascota en Navidad cuando era pequeño? La mayoría de
los niños desean tener un animal de compañía con quien divertirse y alegrar
los momentos tristes. Pero, muchas veces, los padres se niegan a ese deseo
por las enfermedades que pueden transmitir.
Diversos estudios, británicos y estadounidenses, niegan esta afirmación y
aseguran que tener en casa una mascota es sinónimo de mejor salud y mayor
estabilidad emocional para los más pequeños, además de mayor rendimiento
escolar. |
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Convivir con perros o gatos durante el primer año de vida ayuda a que el
niño tenga menos probabilidades de desarrollar algún tipo de alergia.
La doctora June McNicholas, de la Universidad de Warwick (Reino Unido),
estudió a 338 niños de tres a catorce años para examinar los beneficios
emocionales de los propietarios jóvenes de mascotas. Su investigación
descubrió que el 85% de los niños considera a sus mascotas un amigo.
Además, un 40% de los niños buscaría a su mascota si estuviera aburrido. Y
otro 40% acudiría a su animal de compañía si se encontrara triste.
Otra investigación, dirigida por Susan Dawson, se centraba en los beneficios
de las mascotas. Dawson descubrió que "tener una mascota o simplemente pasar
algo de tiempo con animales puede beneficiar mucho a los niños. Aprenden
nuevas habilidades y son recompensados por sus esfuerzos".
Informes estadounidenses sugieren que los niños con mascotas incluso rinden
más en la escuela. Mientras que expertos de la Facultad de Medicina de
Georgia (Estados Unidos) demostró que los niños podían reducir el riesgo de
padecer alergias si vivían con una mascota.
De este modo, a los seis años, se redujo un 75% el riesgo de padecer fiebre
del heno o una reacción alérgica debido al polvo de casa. Igualmente, los
expertos creen que recibir lametones de perros y gatos puede proteger de
alergias por la exposición temprana a los gérmenes que viven en la boca de
estos animales.
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