Divertirse con videojuegos durante mucho tiempo puede crear adicción. Los juegos pueden contener demasiada violencia. Pero también tienen efectos positivos, ya que aumentan la concentración y la atención visual de los jugadores.

Jugar a la videoconsola no tiene sólo inconvenientes para los aficionados. Un estudio realizado en la Universidad de Rochester, en Nueva York (Estados Unidos) demuestra que los videojugadores ven aumentadas en un 30% su atención visual y su concentración.

Esta investigación ha demostrado que los jugadores deben procesar muchas informaciones al mismo tiempo para poder pasar a los diferente niveles del juego. Además, son capaces de cubrir un ángulo visual más amplio que los que dedican sus momentos de ocio a otras actividades.

Para comprobar los efectos de los videojuegos, se observó a un grupo de no aficionados. Una parte tuvo que jugar una hora al día durante diez días al "Medal of Honor" y al "Grand Theft Auto". El primero de ellos consiste en un francotirador en tres dimensiones. El resto de los entrevistados jugaron al Tetris, que sólo exigen concentrarse en un objeto al mismo tiempo.

El primer grupo mejoró considerablemente su atención y su concentración; mientras que el resto no mostró ningún cambio. "Los videojugadores reaccionan mejor ante los objetos que se mueven muy rápido, un 30% más que los no jugadores. Y pueden procesar más información más rápido en menos tiempo", explicó Daphne Bavelier, una de las autoras del estudio.

Entre los beneficios que aporta la adquisición de estas habilidades destacan "una conducción más segura y mayor efectividad para los pilotos y los controladores de tráfico aéreo", añadió Bavelier.

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